Y yo hablo, y te digo, y repito... y tú no escuchas, ignoras, no sabes, no contestas...
Cansada...
Un poco harta...
Muy puteada, incluso...
Pero sigo aquí, detrás de tí, como la perra que soy, la que tan bien has adiestrado... Tuya...
Encerrada por Tí, dentro de Tí, para siempre...